INTELIGENCIA EMOCIONAL
 

ANA MARIA ZEPEDA, México

any_zepeda@hotmail.com

Licenciada en Mercadotecnia y Publicidad en el Instituto de Mercadotecnia y Publicidad. Maestra Normalista Directora de GRUPO DEO y parte del Consejo Consultivo la Asociación Mexicana de la Creatividad - AMECREA. Recibió en el 2002, el Premio Iberoamericano de Creatividad, otorgado por el Instituto Superior de la Creatividad.
En 1987, la Asociación Mexicana de Capacitación - AMECAP le dió el “Premio Anual de Capacitación” por su labor en el medio. Coautora de algunos y autora de otros de los paquetes didácticos, DEO y de los Libros: “Aprendizaje Integrador”, “El Vendedor de Piso y de Mostrador” publicado por CANACO y “Círculos de Creatividad y Talento”, este último en fase de publicación. Ha dirigido talleres de Dinámica de Grupos desde hace más de 20 años, en diferentes instituciones empresariales y educativas de México e internacionalmente. Conferencista en varios países de América.

Reflexiones…
¿Por qué hablamos hoy de inteligencia emocional?
¿Cuál es el propósito de vivir?
¿Será trabajar, formar familia, obtener éxito y prestigio?
¿Cómo evitar el sufrimiento emocional?
¿Cuál es en realidad el sentido y significado de lo que hacemos?
¿Qué nos ayuda a tomar conciencia y a crecer espiritual y materialmente de manera equilibrada?
¿Por qué hacemos lo que hacemos?

Con el uso de alta tecnología que permite observar “en vivo” cómo funciona nuestro organismo, se han identificado los mecanismos químicos, físicos y eléctricos que se producen a causa de nuestros diferentes comportamientos y pensamientos.

Así, se usa la resonancia magnética nuclear para ver en vivo el funcionamiento del cerebro frente a emociones como: el amor, la ira, el miedo, la ternura, la compasión... en los que la amígdala del cerebro, la principal receptora de las emociones, codifica cada vivencia, por sutil que sea.

Se han obtenido los siguientes conocimientos sobre nuestras emociones:
  • La “respuesta límbica” es la responsable de los sentimientos de amor, odio, felicidad, orgullo, ira, miedo, y otras emociones.
    Podemos responder a la “resonancia límbica” de otras personas. Esta respuesta se conoce como la “química” de la pareja o de las buenas relaciones si éstas son de aceptación.
  • Pensamos con la corteza cerebral o neócortex, que es el pensamiento lógico o “pensar con la cabeza” cuando nuestras emociones nos están llevando a respuestas equivocadas.
  • Pensamos con el corazón cuando el sistema límbico está generando neurotransmisores como dopamina, oxitocina o endorfinas.
  • La euforia y el apego se asocian a la producción de endorfina.
  • Las endorfinas, estimulan la producción de células “Killer” del sistema inmunológico, que son las que inhiben la proliferación de células cancerígenas.
  • La infidelidad se relaciona a un nuevo deseo ligado a exceso de dopamina. La ausencia de “pensar con la cabeza” nos puede llevar a reaccionar corporalmente (con pasión).
  • El amor acompañado de incertidumbre, nerviosismo, celos o angustia, estimula la producción de Feniletilamina, que nos hace perder el apetito y el sueño.
  • La dopamina y la oxitocina, en sus niveles máximos, ayudan a tener plenamente un orgasmo.
  • El amor libera adrenalina que acelera el corazón.
  • Algunos estados de la respuesta al amor son: euforia, romanticismo, apego, melancolía, celos, entrega, pasión. Todo gira a su alrededor.
  • Todas las emociones producen reacciones químicas y hormonales.
  • Las emociones positivas y tranquilas hacen que el corazón tenga un ritmo cardíaco armónico.
¿Qué es entonces Inteligencia Emocional?

Es tomar conciencia de nuestras conductas y reconocer cómo respondemos frente a diferentes situaciones y personas, sus efectos en nuestras relaciones con los demás y en nuestros éxitos y fracasos, por lo que:

Debemos reorientar nuestros pensamientos cuando estamos apresados en la ira, la rabia, los celos, el coraje, la tristeza.
Relajarnos para que las hormonas del estrés, el cortisol y la adrenalina principalmente, no dañen ni disminuyan la respuesta inmune de nuestro organismo en casos de producción extrema provocadas por estados de alteración negativos.
No confundir dolor con sufrimiento y darnos cuenta que el dolor es biológico, mientras que el sufrimiento es perceptual o lingüístico y vive en la conversación que tenemos de las cosas sin recordar que tenemos el potencial creativo para transformar el dolor.
Reconocer nuestras manifestaciones emocionales y ayudarnos a controlarlas antes de agredir a alguien y causar rompimientos dolorosos.
Aprender como auto – tranquilizarse.
Reconocer, aceptar y regular sentimientos dolorosos.
Tomar responsabilidad por esos sentimientos.
Saber hacer empatía.
Pedir ayuda en casos extremos como neurosis, depresiones o estados frecuentes de emociones alteradas dañinas.
Hacer meditaciones, relajaciones, administrar el tiempo y tener claridad en las metas, realizaciones y autoconcepto.
Finalmente, ¡Decidir ser feliz!
 
   
ORGANIZACIONES y PERSONAS CREATIVAS
 

JOSE ANTONIO BUSTAMANTE, Chile

jbustamante@teamwork.cl

José Antonio Bustamante es Psicólogo titulado en la Universidad de Chile, con especialización de Post-Grado en Desarrollo Organizacional. Después de haber trabajado varios años como consultor en firmas asesoras, dirige en la actualidad su propia empresa, TEAMWORK CONSULTORES ASOCIADOS, que realiza proyectos de consultoría y entrenamiento en el área de Liderazgo, Trabajo en Equipo, Calidad, Cambio Organizacional y Gestión del Conocimiento Corporativo en las más importantes empresas de servicio e industriales de Chile y de otros países de América Latina. Es, además, autor de numerosos artículos en el área.

Podríamos decir, sin temor a equivocarnos, que la creatividad ha sido fuente de la civilización en las más diversas manifestaciones. Desde el concepto de la rueda, pasando por el barco a vapor, el teléfono o el automóvil. En general, todos los grandes inventos, descubrimientos científicos, avances tecnológicos y expresiones artísticas han dependido de una u otra forma del pensamiento creativo. En las organizaciones, si bien se sabe que existe este tipo de potencial radicado en el capital humano, muchas veces no se canaliza de una forma que se transforme en innovación de productos, servicios o procesos.

Sin embargo, dado el entorno actual de cambio y competencia, la creatividad está comenzando a jugar un rol fundamental. Algunos estudios han estimado que hasta el 80% de las ventas que hoy se hacen en los más diversos rubros provienen de productos y servicios que no existían como tales hace 5 años. También pronostican que cualquier compañía que no logre introducir un producto o servicio completamente nuevo dentro de un año, encontrará serias dificultades para seguir en su negocio.

¿Qué caracteriza una organización creativa?

Está alerta para probar nuevas técnicas y métodos.
Incentiva el desarrollo de proyectos piloto.
Acoge las nuevas ideas y los conceptos recientes, o siente que puede correr ciertos riesgos aunque se cometan algunos errores.
Reconoce con facilidad que se trata de un tiempo de cambios acelerados y que, para manejar los desafíos, debe introducir estrategias de pensamiento creativo a través de la capacitación y la práctica aplicada.

De este modo, en una estructura organizacional inteligente, la creatividad ocupa un puesto central. Las consecuencias de lo anterior se aprecian en la facilidad para situarse sobre el ciclo básico de nacer, crecer y morir, pues se mantienen condiciones que aseguran la renovación y el progreso continuos.

El desarrollo de una cultura que favorezca la creatividad, pasa también por empezar a entender que el potencial para crear e innovar está presente en todas las personas y no sólo en algunos elegidos, aunque tal vez éste se encuentre muy enterrado bajo las autolimitaciones y las que el entorno, educativo primero y organizacional después, han ido generando.

Enfriadores personales de la creatividad:

Así como la Organización en su conjunto puede ser restrictiva en la expresión creativa de sus integrantes, las personas también generan sus propias barreras que contribuyen a perpetuar un círculo vicioso que impide una mayor innovación. Algunas expresiones que ilustran dichas barreras son:

“No tengo tiempo para ser creativo”.
“El ser creativo es inútil, las ideas por lo general son impracticables”.
“No trabajo en un ambiente que fomente la creatividad”.
“Ser creativo me puede ocasionar problemas”.
“Yo no soy una persona creativa”.

Muchas personas se autolimitan porque consideran que no nacieron con las habilidades de Shakespeare o Edison y no se preocupan por desarrollar su creatividad. Pero, ¿qué pasa con el administrativo que encontró una forma de atender al cliente y dejarlo contento, o el entrenador que empezó a trabajar con su equipo de manera distinta y triunfó, o el niño que inventa diariamente nuevas formas de entretenerse sin necesidad de comprar juguetes? La llave para aprender a apreciarnos como personas creativas es pensar que la creatividad es un continuum y que todos estamos en un lugar. Este continuum no pertenece sólo a los artistas o genios. El primer paso para ser más creativos, es creer que se tiene la habilidad para serlo.

¿Cómo aumentar nuestra creatividad?

Debemos ser capaces de reconocer que tenemos suficientes recursos personales disponibles.

Buscar ideas: éstas deben resolver problemas concretos, que ayuden a otros. Para eso debemos contactarnos con más personas, volvernos más inquietos por aprender cosas nuevas, confiar en nuestra propia intuición y poner atención a los sueños más utópicos.

Generar una idea diaria. Capturar esa idea. Escribámosla, no dejemos que se nos escape para luego trabajarla de una manera distinta a lo habitual. Iniciemos un "cuaderno de ideas" por tema, bien sea profesional, familiar, o personal.

Usar esas ideas: quizás no todas nuestras ideas sean las mejores, pero asumamos riesgos. Albert Einstein decía, que una persona que nunca se equivocaba nunca intentó hacer algo nuevo.

Sea persistente. Grandes inventos han ocurrido gracias a la persistencia de algunos que finalmente dieron con la solución correcta tras miles de errores. Edison decía: “¡Conozco 1800 maneras de cómo fabricar ampolletas defectuosas!”

Flexibilice el pensamiento. Cambie esquemas mentales y paradigmas.

En este escenario, las organizaciones deben hacer un esfuerzo por liberar el potencial latente, incorporar instancias y estrategias para desarrollar y expandir la habilidad creativa en todos los ámbitos, pues además de incrementar el activo intelectual, se estará propiciando la satisfacción y la autovaloración del personal. Tal vez sea hora de pensar como L. Buscaglia quien escribió: "el hombre es más feliz cuando está creando. En realidad, el acto más elevado del que el hombre es capaz, es el acto creativo".